Las empresas utilizan el etiquetado a prueba de manipulaciones para brindar seguridad y mostrar la integridad de la marca. Una etiqueta a prueba de manipulaciones es aquella que está destinada a alertar a su cliente si su producto ha sido manipulado. Por lo general, toma la forma de una pestaña que conecta la tapa y el cuerpo del recipiente. Esto también se logra con texto que aparece fuera de lugar cuando se abre un producto.
Si utilizamos el adhesivo sensible a la presión adecuado, estas etiquetas no se despegarán sin dejar daños, por lo que el consumidor tendrá que rasgar la etiqueta para llegar al producto. Esto garantiza la seguridad del producto.
La principal ventaja de este tipo de etiqueta es que es menos costosa. En lugar de un contenedor personalizado con varios elementos, esta capacidad se puede aplicar a una etiqueta existente a través de una pestaña o perforación de seguridad. Debido a la versatilidad de la etiqueta, podemos aplicarla a una amplia gama de envases, materiales, formas y superficies.